Vamos a completar un paseo por el este de la avenida da Liberdade. Se comienza por la rua das Portas de Santo Antao. Peatonal en su parte próxima al Rossio, esta animada calle, muy turística está rodeada de algunos importantes monumentos.
Del número 92 al 100, el gran Coliseu dos Recreios, abierto en 1890, según los planos de los ingenieros franceses Goulard y Bauer. Opera cómica hasta la década de 1980, hoy en día es una gran sala de conciertos.
A la izquierda de este edificio, la Sociedade de Geografía de Lisboa, fundada en 1875. Hay que fijarse en el vestíbulo de entrada en el gran cuadro que representa a Vasco de GAma frente al samorín de Calculta. Una de las estatuas representa a Cabral, descubridor de Brasil.
En el número 113 de la avenida, se encuentra el Teatro Politeama, con una fachada con frisos esculpidos y una gran cristalera en forma de arco carpanel.
En el número 110, el Atheneu, gran gimnasio de 1880, con tres hermosas puerats con frontón esculpido. La planta baja está ocupada por el restaurante Solmar. El interior del Atheneu reencontró su vocación original y actualmente alberga un complejo deportivo.
Luego, hay que visitar el Jardim do Torel al cual se accede por la rua Julio Andrade, en lo alto del funicular de Lavra. Ofrece al extenuado paseante un lugar de reposo inesperado. Se trata de un minúsculo parque muy asfaltado que domina la avenida da Liberdade. Es muy bonito por la noche así como misterioso.
El Barrio de Sant’Ana, encaramado entre las dos avenidas que convergen hacia Baixa, se extiende a ambos lados de la calcada del mismo nombre. Situado a pocos pasos del centro, es un verdadero barrio popular con sus bares y tascas, sus callejuelas, su barullo y sus aromas.
Permite subir al campo dos Mártires da Pátria: otro pequeño parque con sus gallos y sus cisnes, y también la estatua de un valiente médico, que goza de una asombrosa veneración.
Foto vía Paulspink