Utilizar un coche para moverse por el concurrido centro de Lisboa puede resulta desalentador. No es fácil encontrar el camino correcto en el complejo trazado de calles, y los atascos no ayudan. Tampoco es fácil encontrar aparcamiento.
Las rotondas grandes tienen semáforos; en las que no los tienen, los coches que circulan dentro de la rotonda tienen prioridad. En el resto de intersecciones, a menos que haya señales o semáforos que indiquen lo contrario, tiene prioridad el tráfico que venga por la derecha.
Si es necesario conducir por Lisboa, conviene evitar las horas punta(8.00-10.00 horas y las 17.30-20.00 horas). Es mucho más fácil conducir en fin de semana. Además, hay que tener cuidado con los peatones pues los cruces no están bien señalizados.