En Lisboa, podemos coger varios funiculares (elevadores) y un ascensor para desplazarnos por sus calles. Pequeños, anticuados, parecen juguetes de principios del siglo XX, pero resultan útiles, tanto a los lisboetas como a los turistas, para llegar a las pensiones que se encuentran en la parte alta de la ciudad. Se puede acceder con los billetes válidos en la red de Carris y con la Lisboa Card. Pagar a bordo sale bastante más caro.
1º. Funicular do Lavra:
Está abierto todos los días entre las 7.00 y las 21.00 horas, salvo los domingos que abre de 9.00 a 21.00 horas. Es el funicular más antiguo (data de 1884) y el menos conocido. Enlaza las inmediaciones de la avenida da Liberdade con los viejos barrios situados al este de Restauradores. Permite acceder al jardim do Torrel.