Lisboa es una ciudad deliciosa para hacer turismo a pie, sobre todo por los barrios antiguos de la capital como Alfama y Bairro Alto. Las callejuelas adoquinadas, edificios pintorescos y callejones proporcionan un marco lleno de encanto para experimentar la vida tradicional lisboeta.
Para un telón de fondo más contemporáneo se puede dar un paseo por el Parque das Nacoes, un distrito ribereño al este del centro de la capital de Portugal. La zona, totalmente llana y con fácil acceso en Metro, posee algunos de los ejemplos más destacados del país de arquitectura moderna y ofrece una amplia selección de lugares de interés, como restaurantes y cafés con vistas al río Tajo.
Por otro lado, Bélem es otra zona llana junto al río y uno de los barrios más históricos de Lisboa. Desde aquí partieron los grandes viajes de los descubrimientos, y abundan los monumentos en honor a aquellos intrépidos navegantes.
Las visitas guiadas a pie, como las que organizan Inside Tours y Lisbon Walker, son una sobresaliente forma de conocer la ciudad de manera mucho más íntima. Existen numerosas visitas temáticas para intereses individuales. Y se puede organizar visitas privadas en español bajo circunstancias especiales.
Lisboa se alza sobre varias colinas, y a menos que se esté en muy buena forma, se recomienda usar el transporte público par las subidas pronunciadas. El tranvía eléctrico 28 sube casi hasta el Castelo de Sao Jorge; luego se puede bajar por Alfama. El Elevador da Gloria sube desde la Praca dos Restauradores hasta el Bairro Alto.
La zona comercial más céntrica se extiende por la Baixa y Chiado, donde las calles peatonales están repletas de compradores, artistas callejeros y vendedores, así como de una gran variedad de tiendas, centros comerciales y cafés y restaurantes con terrazas.
Foto vía Travelling Dijuca