Los barrios de Lisboa

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Murallas árabes, trepidante vida nocturna y altos edificios acristalados: Lisboa envuelve cada una de sus siete colonias en una personalidad distinta, y se niega a bailar al son de la globalización. Merece la pena conocer y adentrarse en los principales barrios de la capital de Portugal.

El Chiado es el corazón literario de la ciudad, con sus cafés, tiendas exclusivas y el Convento do Carmo. Su vecino hiperactivo, el Bairro Alto, es una eléctrica mezcla de moda vintage, apetitosos restaurantes y bares nocturnos. En estas calles conviven los más fiesteros, que beben en la calle, y los vendedores de hachís. Esta dividido en áreas más pequeñas, como el atestado Cais do Sodré, la zona gay del Príncipe Real y el bohemio Santa Catarina.

Al este se encudentra la cuadriculada Baixa, construida en el siglo XVIII por el marqués de Pombal, después del terremoto. La Praca do Comercio evoca los días de mayor esplendor de la realeza portuguesa, mientras que la peatonal Rua Augusta congrega comercios y músicos callejero. Al norte, el Rossio está repleto de plazas y bares de ginjinha (licor de cereza).

La obrera Alfama es un laberinto de plazas y callejuelas con los clásico tranvías lisboetas, ropa tendida y el crepitar del pescado a la parrilla. Aquí está la Sé y el Castelo de Sao Jorge en lo alto de la colina. Más al norte, Graca esconde vertiginosos miradouros, el bullicioso rastro de la Feira da Ladra, y los apacibles claustros de la Igreja de Sao Vicente de Fora.

Un corto trayecto en tranvía hacia el oeste lleva hasta Bélem, donde tesoros manuelinos como el Monastario de los Jerónimos merecen una visita. Hacia el norte, el Metro lleva hasta el Parque das Nacoes, un salto al siglo XXI con arquitectura vanguardista y el Oceanário.

En definitiva, Lisboa tiene muchos bellos rincones que hay que conocer de primera mano a través de sus singulares barrios.

Foto vía Viajes La Pipa del Indio