Paseando por el sur de Lisboa

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Lisboa tiene mucho que ver y más que conocer. Es una ciudad llena de rincones maravillosos y lugares dignos de ser vistados a través de un relajado paseo  mientras se contemplar su belleza. En esta ocasión, os planteo pasear por la zona más meridional de la capital de Portugal.

Si queréis saber qué se siente cuando se deja Lisboa como lo hicieron los grandse navegantes, entonces basta con que desafiéis las olas y os embarquéis. La carabela local, de silueta rechoncha y ruginosa con los colores de una marca de carburante,es un cailheiro, a bordo del cual cruzaréis el mar (de la Paja) y enfilaréis la ruta que os llevará a descubri Cacilhas.

Uno puede llegar a apreciar el urbanismo de las décadas de 1960-1970 y sentirse seducido por la lívida gracia de los astilleros. Pero, con todo, más vale que os decantéis por dar un paseo por el Caís de Ginjal.

Esta escapada ofrece unas vistas inigualables de Lisboa, quizá las más bellas que podéis contemplar si no habéis llegado en avión. El paseo por el muelle os llevará hasta los restaurantes. A un lado, el río Tajo, del otro, talleres de aspecto más bien decrépito. Entres los dos restaurantes, una larga escalera sube hasta lo alto del acantilado.

Desde arriba se divisa el viejo castillo de Almada, que un urbanismo exquisito ha dejado en un estado bastante descuidado.  A la derecha, por la calcada da Cerca, se accede a un pequeño palacete de vista espléndida. Escogido como sede del Centro de arte contemporáneo, suele organizar exposiciones temporales con entrada gratuita.

A la izquierda, frente al páteo Prior del Crato, la rúa do Registro Civil os lleva hasta un jardincillo que comparte la loma con un fuerte militar. Desde allí, Lisboa se contempla magnífica, con el puente 25-Avril y el Tajo. Lo esencial está en estos lugares y no hace falta subir hasta la estatua de Cristo.

Para volver a la estación marítima, se puede bajar por cualquier calle que escojáis pero por el otro lado respecto al escogido para llegar, pues todos los caminos nos llevan a Cacilhas.

Foto vía Trekearth