Seguridad personal en Lisboa

Lisboa

Los delitos violentos son bastante poco frecuentes en Lisboa y en Portugal en general, y la mayoría de visitantes no sufrirán ningún problema. No obstante, merece la pena tomar algunas precauciones.

Hay que evitar las zonas tranquilas como la Baixa de noche y no caminar solo por el Bairro Alto, Alfama o en torno al Cais do Sodré cuando los bares hayan cerrado. Por el día, se debe estar alerta a posibles carteristas o, menos frecuente, ladrones de bolsos.

Además, hay que estar atento cuando se saque dinero de un cajero y, siempre que sea posible, realizar esta operación de día. Lo ideal es usar un cajero que se halle dentro del banco o acompañado de alguien de confianza.

Algunos barrios pobres y barriadas de la periferia sufren más delitos por el día, pero no son destinos que entren normalmente en los recorridos turísticos.

Otras preocupaciones  generales son no llevar o mostrar grandes suma de dinero (llevar solo la cantidad diaria necesaria), no dejar los objetos personales a la vista en los coches, no perder de vista el bolso (sobre todo en cafés y restaurantes al aire libre) y mantener a un buen recaudo material de valor como por ejemplo móviles y cámaras.

Se debe tener cuidado con los carteristas en los vagones de Metro abarrotados. En caso de robo, se recomienda no oponer resistencia; solo traerá consecuencia más nefastas todavía.

Por otro lado, no se necesitan vacunas para ir a Portugal, aunque los médicos recomiendan estar al día con el tétanos, la difteria y el sarampión. El agua del grifo es potable en todo el país.

Por último, si se visita en verano, es aconsejable traer repelente de insectos, ya que, aunque no supongan problemas serios de salud, pueden ser molestos. También se recomienda el uso de una buena protección solar y tratar de beber mucha agua.

Foto vía La Curuxa