Los delitos violentos son bastante poco frecuentes en Lisboa y en Portugal en general, y la mayoría de visitantes no sufrirán ningún problema. No obstante, merece la pena tomar algunas precauciones.
Hay que evitar las zonas tranquilas como la Baixa de noche y no caminar solo por el Bairro Alto, Alfama o en torno al Cais do Sodré cuando los bares hayan cerrado. Por el día, se debe estar alerta a posibles carteristas o, menos frecuente, ladrones de bolsos.
Además, hay que estar atento cuando se saque dinero de un cajero y, siempre que sea posible, realizar esta operación de día. Lo ideal es usar un cajero que se halle dentro del banco o acompañado de alguien de confianza.