En su puerto está el origen de Lisboa. Hacia el oeste, la ciudad se extiende hacia el mar, a lo largo del estuario del Tajo. Embarcaderos, almacenes y barcos anclados se suceden hasta Belem, donde se encuentran algunos de los más bellos monumentos de la ciudad, constuidos como homenaje a los descubridores.
1º. Terreiro do Paco:
La ciudad se asoma al TAjo en la gran plaza de Terreiro. Aquí comienza el puerto de Lisboa: 24 kilómetros de muelles, almacenes y museos.
2º. Cais do Sodré:
Del Muelle del Sodré parten los trenes hacia la costa de Estorial y los transbordadores de Cacilhas. Aquí se encuentra también la Riberira, el muelle donde descargan los barcos e pesaca y al otro lado de la carretera, el Mercado, culminado por una gran cúpula, donde se puede comprar frutas, verduas y pescado fresco.
3º. Barrio da Lapa:
Por la avenida 24 de Julio que bordea el río, se llega hasta el barrio de Lapa, el de las embajadas y los bellos restaurantes de moda. Aquí se encuentra el Museo de Arte Antiguo.
4º. Puente 25 de abril:
Oficialmente designado en su día como Puente Salazar, por haber sido ordenado construir por el jefe del Estado de Portugal, António de Oliveira Salazar en 1960, empezó a designarse con su actual denominación después de la Revolución del 25 de abril de 1974, que restauró la democracia en Portugal.
5º. Museo de Carruajes:
Siguiendo el paseo se llega al Palacio de Belem, antiguo retiro real y hoy palacio presidencial. Contiguo al palacio, setá el Museo de Carrozas, uno de los mejores del mundo.
6º. Los Jerónimos:
Es el monumento más célere de Lisboa y la gran obra maestra del arte manuelino. Fue erigido en memoria del viaje de Vasco de Gama a la India en 1499 y alberga las tumbas de Camoens y Vasco de Gama.
7º. Monumentos a los Descubrimientos:
Mirando al mar, este es otro de los hitos que jalonan la fachada al río del Barrio de Belem. Fue construido en 1960 en honor a Enrique El Navegante y representa una carabela con los principales personajes del Descubrimiento.
8º. Torre de Belem:
Y, por fin, se llega a la elegante Torre de Belem. Tras atravesar un pequeño foso, se puede contemplar de cerca este pequeño bastión con poco aspecto defensivo.
Foto vía Catai Tours