Como orientarse en Lisboa

La capital de Portugal se asienta sobre un accidentado terreno; una serie de colinas que se suceden desde la desembocadura del río Tajo hasta las montañas de Sintra: Sao Vicente de Fora (Alfama), Santo André (Graça), Sao Jorge (Castelo/Mouraria), Sao Roque (Bairro Alto), Santa Catarina (Camoes), Santa Ana (Anunciada) y Chagas (Carmo). Todas oscilan entre 45-100 metros de altitud, la de Sao Jorge es la más elevada.

Los barrios varían considerablemente de altura según la zona, en especial en el casco antiguo, proporcionando espléndidas vista sobre el río Tajo. Se puede decir que el vestíbulo de la ciudad lo constituyen unas escaleras de mármol que salen del río para desembocar en el Cais das Colunas o praca do Comercio.

Frente a ésta, en la Baixa, las calles discurren paralelas hasta desembocar en la ancha praça do Rossio, centro tradicional de actividades y punto de arranrque de la columna vertebral de la ciudad, la avenida da Liberdade.  Este amplio bulevar, que finaliza en la zona más moderna de Lisboa, enlaza con otras grandes avenidas hasta desembocar en el extremo noroccidental de la capital, ocupado por Campo Pequeno y Campo Grande.

A oriente de la Ciudad Baja se yergue el barrio de Alfama, la parte más recia de la ciudad, donde apretadas y tortuosas callejuelas descienden hasta el río formando un auténtico laberinto.

En lo alto, sobre la colina donde se levantaron los cimientos de la primera Lisboa, el castillo morisco de Sao Jorge domina la ciudad en el barrio al que da nombre, Castelo. A sus pies descansa la alba y severa iglesia de Sao Vicente.

Además, un sinnúmero de barrios se extiende a occidente del centro hasta llegar a los históricos barrios de Ajuda y Belém. Así, de este a oeste, se suceden el emblemático Chiado y el encantador Bairro Alto.

Por último, el exponente de la modernidad está representado en el extremo opuesto de Lisboa, en la ribera oriental, sobre la que se asientan la estación de Santa Apolonia y el Parque das Naçoes.

Foto vía Absolut Portugal