¿ Quienés son exactamente los lisboetas? Los clichés los describen como católicos conservadores, consumidores de sardinas, revolcándose en su nostálgica saudade, lamentándose de las pérdidas coloniales y obsesionados con las tres grandes F: fado, fútbol y Fátima.
A pesar de enormes avances, tras sacudirse la camisa de fuerza de Salazar y entrar en la Unión Europea, hay que reconocer que Lisboa tenía un problema de imagen hasta hace muy poco; de alguna manera, era como la vecina más tímida y menos sexy de la extrovertida España.
Pero las cosas han cambiado. La regeneración urbana, el ambiente multitucultural y una oleada nueva de creatividad están devolviendo la confianza a las nuevas generaciones.