El Palacio Nacional de Mafra es un monumento barroco ubicado en la ciudad lusa de Mafra que está a apenas 30 kilómetros de Lisboa. Se puede visitar de miércoles a lunes entre las 10.00 y las 17.00 horas.
Fue construido durante el reinado de Joao V, quien prometió fundar un monasaterio y una basílica si Dios le otorgaba un heredero. La obra, concebida como un modesto edificio para 13 frailes fransciscanos, se inició en 1717; pero a medida que crecían las remesas de oro provenientes de Brasil, el rey y su arquitecto, Johann Friedrich Ludwig, fueron ampliando el proyecto sin escatimar gastos.
Así, el edificio terminado acogía a 330 frailes, un palacio real y una de las mejores bibliotecas de Europa, decorada con mármoles preciosos, maderas exóticas e infinidad de obras de arte. La magnífica basílica fue consagrada el 22 de octubre de 1730, en el 41º cumpleaños del rey.
El palacio nunca gozó del favor de la familia real, salvo de aquellos miembros a quienes les gustaba cazar. Los reyes, en su huida a Brasil tras la invasión francesa en 1807, se llevaron los muebles y obras de arte más importantes.
El monasterio quedó vacío en 1834, con la desamortización de las órdenes religiosas y el palacio fue finalmente abandonado en 1910 cuando el último rey, Manuel II, escapó de Portugal en su yate, anclado junto a Ericeira.
La visita guidada dura una hora y se inicia en las salas del monasterio, pasando por la farmacia y el hospital, donde antaño hasta 16 enfermos podína ver y oír la misa de la capilla adyacente, sin abandonar la cama de sus celdas.
Además, hay que fijarse en las majestuosas dependencias reales, la fachada, las impresionantes torres gemelas de la basílica, el bello interior de la iglesia y el atrio.
Por último, el gran tesoro de Mafra es su biblioteca: Suelos de mármol de diseños geométricos, estanterías de madera de estilo rococó y una colección de más de 40.000 libros encuardenados en piel, con incrustaciones en oro, incluida una valiosa primera edición de Os Lusíadas (1572), la obra más famosa del gran poeta portugués Luis de Camoes (1524-1580).
Foto vía Diario de un Turista