La praca Dom Pedro IV es más conocida como la plaza del Rossio. Este lugar era ya centro de la ciudad en la Edad Media, el sitio donde se celebraban fiestas y autos de fe. Rodeada por grandes cafés con terrazas y por el Teatro Nacional todavía hoy día la plaza del Rossio es el corazón de la vida de la capital portuguesa y el lugar de reunión de las manifestaciones políticas y sociales.
Fue en esta plaza donde un florista le ofreción un ramo de claveles a un soldado, el 25 de abil de 1974, como símbolo de la victoria contra la larga dictadura de Salazar. La multitud, entusiasmada, no tardó en imitir este gesto. De este modo,k nació el nombre de la Revolución de los Claveles.
Todavía encontramos en los rincones del Rossio un resumen de los pequeños oficios de la calle, especialmente del lado de la vecina plaza de Figueira. Aquí, alrededor de los quioscos, los lisboetas acuden para leer la prensa, informarse de los rumores (botaos) que circulan o del lugar donde quedar con los amigos, o bien para tomarse una revitalizador ginja. En medio de ese ir y venir de autobuses y taxis, de ese rumor de conversaciones y de esa cacofonía de teléfonos móviles, es donde mejor se capta el pulso de la ciudad.
Además, en la plaza el Rossio, se halla el Teatro Nacional Dona Maria II. Inaugurado en 1846, en el emplazamiento de un antiguo palacio real, con el fin de educar y mejorar la moralidad del a nación. Destaca el pequeño café Garret en la planta baja, con decoración minimalista y bonita, y una agradable terraza.
En el número 24 se encuentra el Café Nicola, viejo café literario de Lisboa, con una terraza donde uno puede sentarse cuando hace buen tiempo. En el número 73, está la vieja tienda de sombreros, Chapelaria Azevedo. Finalmente, en el centro de la plaza, se alza la estatua de Dom Pedro IV .
Foto vía Mundo City