Lisboa se llena de alegría con sus famosas fiestas populares

Durante todo el mes de junio, Lisboa celebra sus animadas y famosas fiestas populares, durante las cuales la capital lusa se llena de color y de una alegría constante. La programación para este año invita a reflexionar sobre el pasado como una manera de proyectar el futuro.

Destaca como  la mayor manifestación de la cultura y tradición populares de la capital de Portugal, en homenaje a ella y a sus habitantes, entre ellos António de Lisboa. El Papa León XIII llamó a éste el Santo de todo el mundo y, posiblemente por ello, el aniversario de su fallecimiento sigue  siendo tan popular.

Cada día,  los espacios públicos más emblemáticos de Lisboa, así como las estrechas calles de los barrios más históricos y turísticos, se llenan de  animación callejera, conciertos de fado, teatro y espectáculos, verbenas y marchas populares, entre muchas otras alternativas de ocio para todos los públicos, en honor y recuerdo  al patrón de Lisboa.

Sobreasale  Andar em Festa, un festival que es un  reto lanzado al público para intervenir en sitios poco convencionales e inesperados como las escaleras de Lisboa. La creación artística escapa de la sala de teatro, la discoteca o la galería de arte para acudira a la calle, al espacio público, con música coral, DJs y proyectos artísticos y arquitectónicos en las escaleras de Lisboa.

Además, del 17 al 21 de junio, se celebra el festival Lisboa Mistura que, desde el año  2006, se ha erigido en un espacio intercultural destinado al conocimiento de nuevos lenguajes y tendencias.

También, por la noche, en los barrios más antiguos y populares de la Lisboa se organizan  bailes  y no faltan las sardinas asadas, el caldo verde, el pan con chorizo, los manjericos (plantas de albahaca fina), la cerveza y el vinto tinto.

Por últio, el mes de las festividades concluye con Voz e Guitarra, un espectáculo en el que toman parte un buen número de   artistas portugueses de generaciones diferentes, volviendo al punto de partida de estas fiestas: un encuentro en el tiempo con la Torre de Belém y el río Tajo como espectacular plano de fondo.