En la Baixa, como en el restos de la ciudad, encontraréis numerosas pastelerías de aspecto bastante impersonal que indican en sus escaparates amplios surtidos de repostería dulce. Por otro lado, tampoco faltan los salones para conversar, tomarse un tentempié y un té.
1º. Confeitaria Nacional (Praca da Figueira, 18-C):
Muy conocida, es una de las centenarias. Una linda bombonería lacada en crema con un ambiente íntimo propio de un salón de té austríaco. Ideal para sentarse a conversar con las amistades sin distingos de generaciones. Obligado probar las torradas, unas gruesas tostadas de pan, que se sirven, de preferencia a las 16.00 hroas, tostadas y untadas con mantequilla salada, con chocolate caliente o té.