Tomar es una preciosa ciudad del centro de Portugal que se encuentra a unos 120 kilómetros de Lisboa. Fundada en 1157 por Gualdim Paris, el primer gran maestre de la orden de los templarios en Portugal, esta localidad está vigilada por un castillo del siglo XII, hogar del convento de Cristo.
El centro de esta encantadora población es una apretada cuadrícula de estrechas callejuelas. La bulliciosa calle comercial, la Rua Serpa Pinto, conduce a la iglesia gótica de Sao Joao Baptista, en la Praca da Republica, la plaza mayor de la ciudad.
Esta iglesia es de finales del siglo XV. Posee un elegante pórtico manuelino y está coronada por una aguja octogonal. En el interior hay un púlpito de piedra tallada y pinturas del siglo XVI.
En el exterior de la iglesia se celebra la espectacular Festa dos Tabuleiros, una celebración de origen pagano que tiene lugar en junio, cada dos o tres años, en la que muchachas vestidas de blanco llevan bandejas de pan y flores sobre sus cabezas.
Muy cerca en la Rua Dr. Joaquim Jacinto, se halla una de las sinagogas más antiguas de Portugal, construida entre 1430 y 1460 con cuatro altas columnas y techo abovedado. Fue usado como lugar de culto por última vez en 1497. Luego, ha sido una prisión, un granero y un almacén. Hoy en día, alberga un pequeño museo judío, el Museo Luso-Hebraico de Abraham Zacuto.
Más al sur, se encuentra la iglesia de Sao Francisco del siglo XVII. Sus antiguos claustros están ocupados por el Museu dos Fósforos, orgulloso de tener la colección de cerillas más grande de Europa, con más de 43.000 cajas de 104 países diferentes.
Por último, la vista a Tomar se puede completar con la iglesia de Santa Maria do Olival, la Capela de Santa Iria, el Ponte Velha, el arbolado parque do Mouchao, la Emira de Sao Gregorio y la Nossa Senhora da Piedade.
Foto vía Tripadvisor