Si los sensacionales museos y galerías de la capital de Portugal han escapado a la atención mundial es, sin duda alguna, porque la ciudad prefiere hablar en susurros de sus encantos. Y, sin embargo, lleva décadas acumulando tesoros discretamente. Muchos turistas se verán sorprendidos por las joyas qu se albergan en los museos lisboetas.
Muy bien conservados, eclécticos y casi nunca demasiado concurridos, los museos de Lisboa muestran óleos de Rembrandt y carruajes barrocos que incluso París (Francia) y Londres (Inglaterra) envidiarían.
La cúspide cultura de Lisboa es el Museu Calouste Gulbenkian, una avalancha de máscaras mortuorias egipcias, pinturas de Renoir y joyas de René Lalique. Es un museo que se debe visitar en todo viaje a Lisboa.