El recorrido arranca en la Praca do Comercio, en el corazón de la ciudad, donde las campanillas de los tranvías se mezclan con la música de los artistas ambulantes. Tras pasear por los frescos porches y admirar los edificios de color merengue de limón, se pueden probar unos vinos portugueses gratis en ViniPortugal.
Luego, recomiendo hacer un alto en el camino ante el arco del triunfo antes de atravesarlo para entrar en la Rua Augusta donde se puede comprar de todo. Después se alza la vista desde la Rua de Santa Justa para ver el Elevador de Santa Justa, filigrana metálica inspirada en la Torre Eiffel, que ofrece vistas de 360 gradops de la ciudad.